¿Perro saltando sobre la visita? Vea cómo corregir este comportamiento

Sólo los que han criado a un perro desde la etapa de cachorro saben que esto puede ser un trabajo duro, sobre todo cuando se trata de corregir la práctica de que el animal tenga que saltar a cualquiera que cruce la puerta (especialmente a las visitas). El adiestramiento canino y la socialización del animal tienen como principal objetivo corregir este y otros comportamientos que hacen mucho más complicado el día a día con el animal.

Índice
  1. ¿Por qué es tan común que los perros se abalancen sobre sus dueños y visitantes cuando llegan a casa?
  2. ¿Cómo adiestrar al perro enseñando al animal a no saltar en las visitas?
  3. ¿Qué se hace con el animal que aún no ha sido adiestrado en el momento en que llegan las visitas?
  4. ¿Qué errores puede cometer el propietario al enseñar al perro a no saltar sobre las personas?

¿Por qué es tan común que los perros se abalancen sobre sus dueños y visitantes cuando llegan a casa?

Los perros son animales de manada y extremadamente sociables. Cuando están fuera de la convivencia con otras personas y animales, es natural que demuestren un mayor nivel de emoción en el momento de la interacción, más aún si este tiempo es largo (como por ejemplo un día de trabajo o una mañana en la universidad).

Por lo tanto, el punto clave que lleva al perro a saltar en quien llega es la emoción. Los perros que son extremadamente dependientes emocionalmente de sus dueños y otros miembros de la familia tienden a mostrar este comportamiento con mayor frecuencia. Esto ocurre porque la salida del propietario para ejecutar las tareas diarias se convierte en un evento de separación y acaba generando una ansiedad en los animales. Cuando el dueño regresa, toda la ansiedad y la ociosidad que el perro tenía durante el día se convierten en un comportamiento de salto excesivo.

¿Cómo adiestrar al perro enseñando al animal a no saltar en las visitas?

Hay quienes corrigen este comportamiento mediante el condicionamiento con refuerzo positivo (golosinas) y obtienen los resultados deseados. Creo que el salto excesivo es sólo una de las manifestaciones de una convivencia inadecuada entre dueño y perro y donde es fundamental dedicar un poco más de tiempo. El primer punto es reducir la dependencia que el perro tiene de los miembros de la familia. Es necesario crear momentos a lo largo del día en los que estará aislado, sin contacto directo ni ningún tipo de interacción con el propietario. Esto enseña al animal a lidiar con la ausencia del dueño.

En los momentos de reencuentro, es importante no hacer ningún contacto con el perro (y eso incluye el contacto visual) principalmente cerca de la puerta de entrada. Al llegar a casa, lo ideal es seguir el camino ignorando completamente al perro. Dale al perro el tiempo necesario para calmarse antes de interactuar con él.

Cuando hablamos de adiestramiento canino, es necesario entender que todo comportamiento, si se premia, tiende a repetirse e intensificarse. Si se refuerza negativamente, tiende a disminuir y a extinguirse. Por lo tanto, para los perros que saltan en exceso, en el acto de la exhibición del comportamiento no sólo es necesario no acariciar al perro. Ignorar los saltos y seguir caminando en dirección a otra habitación ya suele solucionarse.

¿Qué se hace con el animal que aún no ha sido adiestrado en el momento en que llegan las visitas?

Primero limpiamos la casa y luego llamamos a las visitas. La situación tiene que estar bajo control con los propios miembros de la familia antes de que mejore con las visitas. Hay que recordar que la responsabilidad de ejercer el control y el liderazgo en el perro recae en el propio dueño.

De forma práctica, es posible utilizar la propia correa para evitar que el perro salte en las visitas. El propietario tiene que situarse a una distancia tal que el animal no llegue a tocar a la persona que llega. Hecho esto, la visita puede ser dirigida al perro y al dueño y, cada vez que el perro demuestre excitación en exceso o si se proyecta a saltar, el dueño debe corregir con ligeros toques en la guía (aumentando la intensidad si es necesario). Es importante dejar el guía suelto para dar al perro la posibilidad de mostrar el comportamiento inadecuado y corregirlo. Con el paso del tiempo, cuando el perro deje de saltar en la visita y comience a sentarse o a permanecer en 4 patas sin saltar, es necesario entrar con la golosina para reforzar que ese comportamiento es el deseado.

Durante el proceso, guíe a los visitantes para que no estimulen al perro. Esto incluye los estímulos verbales (tono de voz) y visuales, como los juguetes y el propio lenguaje corporal.

¿Qué errores puede cometer el propietario al enseñar al perro a no saltar sobre las personas?

Los principales errores provienen de una visión incorrecta sobre el comportamiento canino. Muchos propietarios creen que los saltos excesivos se producen por el anhelo y acaban dando cariño al perro, que entiende como una recompensa e intensifica el comportamiento. Además, es necesario asignar la responsabilidad de la educación del animal por ti. Si los dueños no hacen los ejercicios con el perro, éste no cambiará su comportamiento. También es esencial no detener los ejercicios a la primera señal de mejora: continuar con las mismas órdenes, condicionando al perro a no saltar. Una vez que no muestre más ganas de saltar, puedes cesar las correcciones y poco a poco ir disminuyendo el refuerzo positivo. Pero la conducta del día a día tiene que permanecer.

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