Llanto del cachorro: Identifica lo que tu perro quiere decir y qué hacer

Aunque es muy común ver llorar a los cachorros, los gemidos característicos del llanto canino pueden producirse en cualquier etapa de la vida del animal, y nunca carecen de razón. Al igual que los diferentes tipos de ladridos, a medida que pase el tiempo y conozca la personalidad de su cachorro, será más fácil identificar el motivo y, por tanto, solucionar el problema. Pero para ello, primero tendrás que saber cuáles son las más comunes y qué pide cada una de las motivaciones de tu amigo como solución. Para ayudarte a saber cómo hacer que el perro deje de llorar, ¡reunimos todo lo que necesitas saber sobre el tema!

Índice
  1. El perro que llora no suele tener lágrimas como los humanos
  2. Los motivos del llanto del cachorro suelen ser diferentes a los de los adultos
  3. Analiza la postura y el cuerpo del perro que llora para saber si está con algún dolor

El perro que llora no suele tener lágrimas como los humanos

Instintivamente, cuando se habla en el llanto de su perro, es común que mucha gente imagine las lágrimas escurriendo en sus ojos, así como sucede con los humanos, pero no es exactamente así que la banda juega en el mundo canino.

El sonido del llanto del perro es lo que debe llamar su atención cuando el animal se encuentra en esta situación. El ruido se asemeja al de los gemidos que pueden ser pequeños o más alargados y, generalmente, es muy agudo (incluso en los perros de ladrido grave) y se repite. Generalmente, cuando se ve salir una secreción de los ojos del animal, su organismo está tratando de expulsar de la zona algún cuerpo extraño, como un grano de polvo, por ejemplo.

Los motivos del llanto del cachorro suelen ser diferentes a los de los adultos

Al igual que ocurre con los bebés humanos, tener un cachorro llorando en casa es habitual. La explicación, para ellos, es básicamente la misma: acaba de ser separado de la madre y de los hermanos de la camada y ha ido a un lugar completamente nuevo, es decir: está muerto de miedo. En el caso de los cachorros, el proceso de adaptación suele ser suficiente para que el llanto cese. Es bastante común que esto ocurra más a menudo por la noche, cuando todos los demás en la casa se van a dormir y él está solo. Para aumentar la sensación de seguridad del animal, conviene dejar un juguete en su cama, como un oso de peluche, para que se sienta acompañado. O, incluso, ¡que duerma junto a ti!

En el caso de los perros adultos, el hecho de no estar acostumbrados al lugar en el que viven no suele ser un problema incluso si es adoptado después de los primeros meses de vida, pero un cachorro puede llorar por las mismas razones que los mayores. Generalmente, lo que provoca el sonido del llanto de un cachorro es una petición de atención. Puede estar necesitado y pedir cariño después de un día en que estuvo solo: en ese caso, hacer una caricia, jugar o incluso dar un paseo con el animal es suficiente para resolver la cuestión. El perro también puede estar intentando persuadirle para que le dé un trozo de lo que está comiendo y, en ese caso, es importante no dejarse manipular por el llanto de un perro que pide algo que no puede tener. En otros momentos, el perro que llora también puede estar haciendo sólo manías. Identificar el motivo es esencial antes de actuar.

En todos estos casos, tanto en cachorros como en adultos, el adiestramiento en positivo puede mejorar la costumbre que tiene tu perro de llorar siempre. Cuando los momentos de llanto se hacen muy frecuentes o en momentos puntuales, además del adiestrador, puedes contar con la ayuda de un especialista en comportamiento animal para identificar cuál es el desencadenante y qué trauma provoca eso en tu amigo.

Analiza la postura y el cuerpo del perro que llora para saber si está con algún dolor

Además de las cuestiones emocionales, el llanto del perro también puede estar relacionado con un dolor o una molestia. En estos casos, es habitual que llore con una postura más retraída, tumbado, sin moverse mucho. Cuando eso ocurre, tanto con los cachorros como con los mayores, vale la pena dar una observación más juiciosa en el cuerpo del animal en busca de alguna herida. Encontrar algo o no, ese es el panorama en el que se necesita la opinión y ayuda de un veterinario para descubrir y tratar las molestias del animal.

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